Exprés como un tren de medianoche

Exprés como un beso robado

Exprés como un café en los bares de San Telmo

Exprés como el aire del recreo en la secundaria...


miércoles, 10 de noviembre de 2010

Los Personajes en Otra forma de Vida.

    Walter Weiss  es el narrador de la historia. Él es un escritor no muy conocido, porque nadie publica sus libros, solo uno, llamado "Apetito por el miedo", que fue el más exitoso.
    Su lugar preferido en su casa es el taller de escritura, en donde podìa concentrarse tranquilamente.
    Èl vivìa en Buenos Aires, donde podía realizar distintos deportes, es decir que era un buen atleta, aunque para todo era distraído. También, aparte de que le gustaba caminar, tenía fanatismo por los mundos fantásticos, aunque en realidad no creía en nada de la mala suerte "De verdad, no pierdas el cachiyuyo, Walter. Yo sé que puede parecerte una pavada. Guardálo en tu ropa (...) Unos metros después, distraído, molí las hojitas entre mis dedos, con las uñas, y al fin los arrojé al suelo".
    Él tenía su casa, no tenía ningùn hijo pero estaba casado con Nina. Ella era tierna, rezongona y defensora de los animales,  y de todas las especies en vías de extinción, tanto que cuando llegaron los Urgos, entregó a su marido.
    Walter decía que ella tenía poderes telepáticos "Todo se pudre y yo tambièn, me atrevì a pensar con cuidado, porque Nina tiene poderes telepáticos a través de los celulares". Ella lo llamaba siempre a Walter, cuando estaba en Córdoba, en casa de Lila. Esta era docente de una escuela rural de ese lugar. Cerca de aquella escuela había un bosque, allí vivía ella. El aire  había tonificado su piel, era  una mujer de apariencia muy saludable y joven.
    Lila creía mucho en la suerte, y sabía todo sobre los yuyos. Otra cosa que sabía era sobre la existencia de los Urgos, ya que su marido Claudio lo era y  Lilla dejó su mundo por él: "Lila pronto partirá con nosotros".
    Los Urgos eran unos seres extraños que eran mitad hombre y mitad otra especie "No somos humanos, somos otra cosa", que habitan en otro mundo, en un mundo diferente, en una tercera dimensiòn, aunque tenían acceso al mundo de los humanos por medio de unos portales que abría un cerrajero, que se dedicaba a eso.
    Ellos tenían poderes mágicos, podían hacer que Walter en sus sueños viera cosas que no estaban, escribir sin ser vistos y surrurar.
    Vivían en un mundo muy parecido al real, en un bosque.
    Su especie estaba en extinción y por eso buscaban mujeres del mundo humano para poder seguir viviendo, y así se repoducirían y por eso mismo eran mitad humanos y mitad otra especie. Uno de los que hizo eso fue Claudio, el esposo de Lila.    

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